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"“Maltratadas": cuando la televisión deja de ser la caja boba y genera concientización “ (página 2)




Enviado por marina muruaga



Partes: 1, 2, 3

Adopción: (2009) Ricardo vive una
relación homosexual, y adopta a Juan, un niño
nacido en 1976. A pesar de integrarse al nuevo hogar, Juan
continúa padeciendo los miedos del pasado, es cuando
Ricardo decide que es conveniente que su hijo conozca sus
verdaderas raíces.

Paco: (2010) protagonizad por Tomas
Fonzi y Esther Goris. Paco es Francisco (Tomas Fonzi) un joven
hijo de una diputada (Esther Goris), adicto a la droga denominada
paco. Su madre está en plena campaña
política cuando es detenido en una villa de emergencia por
formar parte de una cocina de paco en la misma. La diputada es
vinculada a la red del narcotráfico y se ve obligada a
utilizar su poder político para ayudar a las granjas de
rehabilitación. Las drogas no distinguen clases
sociales.

Mágica: (2012) corto que busca
generar concientización de la donación de
órganos. Con el apoyo del INCUCAI. Cuenta con las
actuaciones de los periodistas Cristina Pérez y
Adrián Puente.

La televisión extranjera, no se queda
detrás y también nos refleja parte de la sociedad
en la que estamos inmersos; este es el caso de La Ley y el Orden
(UVE- Unidad de Victimas Especiales). Se trata de una serie, de
origen americana, que relata las diferentes historias criminales,
que se encargan de manejar un grupo de detectives de la
policía, de índole sexual que ocurren en la ciudad
de Nueva York.

Marco
teórico

La tv: más que un puente
comunicacional

"Los medios de comunicación son un poderoso
aparato educativo, no en el limitado sentido de suministro de
conocimientos e información, sino en el mucho más
importante y profundo de orientación y formación
hacia una forma de vida: transmitiendo una idelogía y
educando para la
creación"
[8]

En la actualidad, los medios de comunicación,
particularmente la televisión, constituyen uno de los
mecanismos de socialización y educación no formal
más importantes e influyentes del siglo XX y
XXI.

Sin duda, la televisión constituye el medio de
comunicación por excelencia: existe en la casi totalidad
de los hogares y su influencia es mayor que cualquier otro
(prensa, radio, etc.) ;a su vez, es el de más fácil
acceso ya que para verla sólo basta apretar un
botón de nuestro sagrado control remoto. No cabe duda que
la televisión influye en todos los ámbitos de la
existencia humana. Pocos inventos, en tan breve plazo, apenas
unos 60 años en nuestro país, han transformado
tanto la vida de los seres humanos y su relación con otras
masas.

Sin la televisión no podríamos vivir
porque es necesaria para la vida, ya que genera
conversación social, cotidianeidad, simbolismos e
imaginación. La televisión es una invención
humana que se ha convertido en parte fundamental de nuestra vida
diaria.

"Por lo que hace en su actuación cotidiana,
por lo que hacemos con ella y por su significación para
encantar la vida es que "la televisión es lo más
importante de lo menos
importante".[9]

"Dicho en otras palabras, la televisión puede
divulgar por sí misma, pero, sobre todo puede adecuar
dependiendo de lo que se haga con ella y cómo se
enseñe a verla. Esta afirmación que resume nuestro
planeamiento sobre el tema, puede aplicarse al resto de los
medios de comunicación social
existentes."[10]

La influencia de la tv en nuestras vidas

La televisión ha cambiado nuestra vida y hoy
ocupa un lugar central en el hogar, es punto de referencia en la
organización de la vida familiar e incluso, nos hemos
habituado a hacer nuestras necesidades en las pausas
publicitarias. Dedicamos la mitad de nuestro tiempo libre a la
televisión y para muchas personas es la única
opción entretenimiento y de acceso a la
información, educación y cultura. A su vez, la
influencia que recae hacia nosotros y nuestro
comportamiento.

Sabrina Garciarena, actriz de la miniserie
"Maltratadas", describe el porqué de su vuelta a la tv en
esta miniserie, y nos comienza a dar pistas de la posibilidad que
tiene la tv de influir en conductas, culturas y
pensamientos:

"El guión y la historia son muy
buenos y sobre todo tiene un contexto social muy importante, el
fin del programa es ayudar. Cada capítulo habla sobre un
tema diferente de maltrato hacia una mujer"

Los capítulos de la miniserie,
tendrán siempre el eje puesto en la violencia de
género pero entendiendo que "maltrato" no solo son los
golpes que una mujer puede sufrir en manos de su pareja, sino
mucho más que eso. Ahonda en los diferentes tipos de
violencia: física, psicológica, sexual,
económica, laboral, por aislamiento y hasta
feticidio.

Estamos viviendo una época en la que los canales
de información y entretenimiento nos desbordan. El exceso
de oferta nos obliga a cambiar los hábitos de consumo de
la información y del entretenimiento. Sin embargo, llega
un momento en que la variedad se vuelve monotonía. Los
contenidos son muy similares. Por eso, son precisamente los
contenidos, su calidad y singularidad, el eje de la gran
batalla.

"La TV va incursionando, a veces claramente, y
otras, las más, de manera difusa, en distintos
ámbitos, desde la diversión hasta la
política, pasando por la información, la
educación, la economía, la cultura, la
religión y los derechos humanos a la comunicación.
Y al hacerlo, va "naturalizando" ciertas conexiones, gracias al
poder de la combinación de sus lenguajes, planos, tiempos
y significantes."[11]

Tal vez, las preocupaciones sobre la TV tienen que ver
con la tendencia a entenderla desligada, tanto de los procesos
sociales, políticos y económicos que la condicionan
profundamente y la caracterizan, como de sus propias audiencias
con sus procesos de interacción; procesos situados y
mediados de diversas maneras y en distintos momentos. Procesos
personales que deben entenderse como propios de cada
telespectador, cuya educación resulta
indispensable.

"Lo que de verdad importa es acceder, no poseer. Y
el paradigma del acceso es el acceso a las redes de
comunicación. Quien está dentro de las redes se
conecta al sistema y accede a la cultura, a la
comunicación, a la información

y al entretenimiento. Se está originando un
nuevo tipo de ciudadanos que prefiere acceder a experiencias de
vida antes que accedes a la propiedad, personas para las que los
bienes valen en la medida en que les prestan servicios y lo que
les importa es disfrutar temporalmente de esos
bienes."
[12]

No solamente los medios de comunicación se van a
ver afectados por los nuevos elementos de la sociedad emergente,
sino que quizá sean en estos medios donde se están
produciendo las transformaciones, siendo éstos la base
para el cambio social.

"La televisión es por tanto, una arma
ideológica/cultural de determinados símbolos en la
conciencia de los telespectadores. No es criticable pues, el
hecho de que la televisión sea un electrodoméstico
ideológico; lo preocupante es la "venta clandestina" de
ideología y manipulación de las conciencias, a
través de mecanismos fetichizadores, de
mistificación y ocultamiento que, con tanta eficacia,
puede manejar la televisión. Es más, a mayor
ignorancia, mejores resultados de estos
mecanismos."[13]

Podemos afirmar que la televisión constituye un
poderoso medio de educación no formal, más
allá de la adecuación de sus contenidos y formas de
transmisión, su programación, sus bondades o no. La
televisión está ahí. Y es por ello que los
contenidos que la tv maneja, deben perseguir algún
objetivo social, pues la tv es transformadora y educadora de
conductas y formas de actuar.

"Los diferentes tipos de efectos que puede producir
la televisión:

-Efecto impacto del mensaje. Se consigue generar
ciertas conductas y apreciaciones de la realidad de acuerdo a la
intencionalidad del mensaje.

-Efecto boomerang (se produce una
decodificación aberrante del mensaje en relación al
propósito del emisor). Se producen conductas y
apreciaciones de la realidad contrarias e incluso opuestas a los
propósitos del emisor."[14]

Los mensajes se "filtran" por los televidentes, al
margen de sus contenidos: existen diversas formas de decodificar
y entender los mensajes. Lo más difícil no es
estudiar lo que pasa con los televidentes, sino identificar lo
que de ello es responsabilidad directa de la
televisión.

Destacamos entonces, dentro de la miniserie
"Maltratadas", específicamente hablando del episodio 4
(Las 2 vidas de Solange), mensajes que van más allá
de lo que "se ve a simple vista", más allá del
maltrato físico y verbal, podemos identificar diferentes
problemáticas sociales que se intentan expresar, y que
nosotros como receptores, debemos decodificar y entender las
sutilezas. Más allá de la violencia física,
observamos que dicha violencia se da como consecuencia de los
problemas económicos que sufre la familia, que derivan en
un marido que obliga a su mujer a prostituirse. Otro hecho
importante e indirecto, pues una sociedad que avala a la
prostitución, nos sigue hablando de violencia, de
maltrato, de represión, y de trato a la mujer como si
fuese un objeto, sin entender las verdaderas magnitudes de esta
problemática social.

Problemas sociales en torno a la economía, la
cultura de aceptar a la prostitución, las violencias
físicas y verbales, la mujer objeto, la represión,
todos síntomas de una sociedad que lamentablemente, sigue
enferma, y que "Maltratadas" nos muestra el problema, su real
dimensión. Quedará en el receptor decodificar y
animarse a hacer un diagnóstico personal de estos
males.

Uno de los efectos más conocidos de la
televisión es su acción como agente de
socialización. Hasta los años 60 y 70 del siglo XX
los principales agente de socialización de un niño
era: la familia, la convivencia con otros niños y adultos,
los juegos, los grupos de amigos, la escuela y la iglesia, el
club de barrio, el mate. Se trataba de una socialización
puertas afuera. Pero ahora, con la televisión nos
encontramos con un hecho novedoso: la socialización
también es puertas adentro, encerrados, hacia uno mismo, y
hasta en soledad.

La relación tv-espectador es mucho más
directa, el impacto entonces, es mucho más directo, es por
ello que cada episodio de la miniserie estudiada intenta poner en
evidencia una forma de represión mucho más variada,
exaltando la violencia de género, como por ejemplo en el
episodio 1 (La mejor), donde se observa la violencia y el abuso
sexual laboral, donde el crecimiento y prestigio económico
son las causante de una resultante mucho más cotidiana de
lo que creemos: abuso de poder y violencia en base a
éste.

"Se trata de una socialización a domicilio,
pero que se diferencia de otros agentes por: ser un medio
impersonal de socialización. En definitiva, la
televisión es un agente de socialización claramente
diferente de otros agentes con quienes compite y a los cuales a
veces reemplaza, a la vez que socializa de diversas
formas.

La televisión incide significativamente en la
configuracipin de la personalidad de niños y adolescentes,
aunque de manera múltiple y variada de forma mediatizada.
Como incidencia básica debemos considerar el hecho de que
la personalidad de un niño no se configura lo mismo viendo
o no la televisión
."[15]

La televisión afecta la sensibilidad, e incide
negativamente en la capacidad de relaciones interpersonales
cargadas de afectividad hacia el otro. De alguna manera, la
televisión afecta la experiencia sensorial. Los
niños que prefieren programas violentos tienden a ser
más agresivos, además, la violencia televisiva
produce cada vez menos rechazo de esos niños y permanecen
más pasivos ante peleas verdaderas, otorgando lugar al
conflicto, casi sin reacción activa. Dicho en otras
palabras, la televisión, además de aumentar la
agresividad en los niños y jóvenes, también
les hace más indiferentes ante la violencia. Los
"acostumbra".

Podríamos decir entonces, que la
televisión es un electrodoméstico
ideológico/cultural: sus mensajes siempre tienen
una carga ideológica teniendo implicaciones culturales,
intencionadas o no. Estos dos aspectos, a su vez, son comunes a
cualquier medio de comunicación masiva. Esa carga
ideológica de los mensajes que se filtran en los
televidentes. Dichos receptores deben tener la suficiente
preparación como para elegir (o no) lo que "está
viendo".

Citando el episodio 3 de la miniserie (Por amor),
podemos observar un reflejo habitual de la realidad de nuestra
sociedad: Violencia por humillación. Una forma de
represión que se encuentra en la ideología de
muchos integrantes de la sociedad, donde una empleada se enamora
de su jefe, éste le propone mudarse con él y su
hija, y lo que parecía ser una historia de final feliz, se
transforma en un relato de violencia. A pesar de la propuesta de
convivencia, ella debe soportar no tener voto, ni tolerancia a
sus reclamos básicos de vida, deber soportar vivir sin
derechos por no estar casada legalmente. Una promesa
esperanzadora vacía, la ingenuidad por amor, una estafa y
la violencia por humillación. Si pensamos con mayor
seriedad, nos daremos cuenta que estas situaciones son mucho
más cotidianas de las que creemos, y es necesario ponerlas
en evidencia para intentar provocar la sensibilización y
la reflexión de la sociedad, pues estas formas de
violencia se encuentran "aceptadas" en nuestra cultura (o no),
pero debemos ser los receptores lo suficientemente inteligentes
como para elegir eso que vemos y cómo lo vemos, con
qué óptica y qué partido tomar.

La televisión entonces, como medio fundamental,
debe adquirir una posición mucho más arriesgada que
la de un mero puente comunicacional. Y es que en los procesos
comunicativos, es donde se carga de subjetividad un
acontecimiento, que deja de ser "mero" para empezar a tornarse
una clara influencia ideológica y en materia de
valores.

"Una televisión considerada como un "servicio
público básico", que asuma la responsabilidad
social correspondiente y que tenga "vocación universal",
en el sentido de que cumpla todos sus objetivos que satisfaga a
todos; con una "necesariamente
profunda imbricación
con la sociedad, estableciendo criterios consensuados y
mecanismos reales de acceso, participación e incluso
autogestión"[16]

A partir de la televisión se construyen
imaginarios colectivos que mezclan memorias culturales populares,
resinificados y potenciados con la lógica del mercado.
Este medio es escenario de las contradicciones de la sociedad
moderna.

Contradicciones y mentiras que se evidencian en cada
capítulo de "Maltratadas", pero citaremos el episodio 6
(Castillo de Naipes), donde podemos observar claramente el
maltrato que deber sufrir Ana por parte de Osvaldo. Ese Maltrato
es en base a poder, pues Osvaldo es senador. Es interesante este
episodio porque nos muestra el nivel estratégico de
violencia, ya que Osvaldo muestra siempre 2 caras: una
pública y una privada. En público se muestra
amable, atento, cortez. Muestra una cara para el pueblo, una cara
que tiene que disfrazar para poder mantenerse en el poder, una
cara mentirosa. Mientras que en privado muestra su esencia, su
realidad, muestra su vida real, llena de maltratos y extorsiones
hacia su esposa, que luego trascienden en violencia
física, empeorando esta situación cuando no
renuevan su banca. La mentira, la contradicción, el poder
como elemento de represión, síntomas de una
sociedad en la que deberíamos repensar ciertas formas
culturales populares.

"Una descripción bastante completa del medio
es la realiza Ander-Egg (1995):

-Es la forma más importante (por las horas
que dedicamos) de llenar el tiempo libre y ocupar el
ocio.

-Incide en las relaciones familiares: convoca e
incomunica a la familia.

-Mediatiza la percepción y la experiencia y
abre un horizonte planetario.

Crea las condiciones para que exista una aldea
planetaria, al tiempo que pone en peligro la diversidad y el
pluralismo cultural.

-Nos aliena en la evasión y nos relaja de las
tensiones de la vida cotidiana.

-Produce el ermitaño de masa y crea las
condiciones para que estemos informados de lo que acontece en el
mundo.

Es un instrumento de difusión cultural y
de divulgación científica, al mismo tiempo que de
vulgarización y de
banalización.

-Impacta sobre las formas clásicas de
educación, debido a que incide en que cada vez se lea
menos, aunque en ocasiones estimule a ciertas lecturas. Empobrece
el lenguaje y proporciona alguna terminología ajena al
lenguaje coloquial. Afecta al
rendimiento escolar y, a la
vez, es un modo de
información/formación
."[17]

Los programas de televisión están cargados
de ideología: la televisión difunde un modo de ser,
de pensar y de actuar, de relacionarnos, de creer; trasmite
ideología
, normas sociales y formas de vida, es decir,
una determinada visión del mundo a la que podemos estar de
acuerdo o no. Esto no es ni bueno ni malo. Es algo natural, que
deriva de su propia existencia. Lo peligroso, es la ignorancia o
la manipulación de hacer creer en la neutralidad de los
mensajes, cuando esto no es posible. De este modo, los mensajes
quedan ocultos, pero latentes: se dice claramente lo que se
quiere que sea aceptado, y no se dice, o se oculta, aquello que
provocaría una actitud crítica o llevaría a
acciones de cambio. Se muestra lo que conviene, lo que no
provoque controversia o resistencia. ¿Se elige lo que se
muestra?

"Maltratadas" muestra lo que a la sociedad
debería interesarle corregir, muestra la infección
de la herida, muestra el camino, "Maltratadas" muestra. Como tal
vez quiso mostrar en su episodio 7 (Acosada sin salida) la
analogía moderna a la esclavitud. Pues se evidencia el
abuso laboral en función del poder, en función del
puesto jerárquico, quien hostiga y obliga a su empleada a
realizar incluso los trabajos que le corresponde hacer a su jefe,
sin respetar sus tiempos, ni siquiera los de almuerzos o salidas.
Acoso laboral que termina expresando los pocos medios de salida y
solución que tiene la mujer. Y que la miniserie
muestra.

A su vez, Santiago Jiménez destaca que tampoco
debemos olvidar la existencia del espectador. Y que para
comprender aún más su función, podemos decir
que existen 2 tipos:

  • Los que buscan compensaciones no relacionadas
    con el contenido (descanso, distracción,
    relajación, evasión, etc.)

  • Los que lo hacen buscando compensaciones
    relacionadas con el contenido (información,
    entretenimiento, interés científico-cultural,
    etc.

Cabe aclarar la importancia de la palabra "buscar"; se
remarca la iniciativa del televidente, que en definitiva,
queriéndolo o no, recibe la influencia del medio con sus
mensajes.

Los medios de comunicación, con sus nuevas
tecnologías, han entrado de forma abrupta en el entramado
social, pero pocos ciudadanos han puesto en marcha mecanismos
para entenderlos, para comprenderlos. Pocos han tomado la
iniciativa de entender lo que ven.

Pero los que tienen iniciativa, o los que intentan
despertarla, entenderán y decodificarán ciertos
mensajes que resultan ser sutiles, pero insistimos, caracterizan
la cotidianeidad de nuestros días (citando nuevamente el
capítulo 4, donde el acoso sexual y maltrato hacia la
mujer conllevan consigo otros problemas de fondo –
prostitución, economía, violencia,
aceptación cultural).

"No hemos de olvidar que el actual e inquietante
panorama televisivo, sólo mejorará en la media en
que los ciudadanos y ciudadanas de este país exijan sus
derechos como consumidores y usuarios del medio, al tiempo que
los periodistas asuman su importante labor educadora. Las
administraciones públicas tienen, por ello, una indudable
responsabilidad en la educación de los consumidores para
un visionado crítico de la
televisión."[18]

"Que los medios de comunicación influyen en
los ciudadanos, en sus comportamientos y actitudes, es obvio para
todos, y que la televisión es de todos ellos el más
influyente, es considerado una certeza, más aún si
nos referimos a la infancia y a la adolescencia .La
televisión interviene de manera más decisiva sobre
nuestro comportamiento, porque sus mensajes entran en nosotros
mediante la emoción y muy poco por la
razón."[19]

Por otro lado, se intenta clasificar los efectos
intelectuales-ideológicos que la televisión
desprende. En un intento que creo, no debe cesar, a veces el
medio intenta dar un mensaje que, en definitiva, seremos nosotros
los telespectadores los encargados de decodificarlo.

"Debemos mencionar también que entre los
efectos ideológicos- culturales de la televisión se
encuentran:

-el problema de la identidad
cultural

-la alineación cultural

-la publicidad en televisión.

-la creación de una sociedad del
espectáculo y trivialización de la
existencia

-la cosificación de la mujer y la
pornografía

-la manipulación, persuasión y
seducción televisivas

-la producción de telebasura

-la violencia en
televisión

-la política como
telecracia"[20]

Entonces nos preguntamos: ¿Cómo nos
educan?, en una sociedad donde hay más violencia de la que
creemos y más aún sobre la mujer, "Maltratadas" nos
intenta mostrar la verdadera realidad, en realidad apunta a que
prestemos atención a esa realidad, que termina resultando
verídica. Problemas de identidad cultural, de violencia,
de cosificación de la mujer, todos estos puntos los vemos
reflejados en el episodio 8 (La invitada). Mona debe resistir los
maltratos de su marido, quien la humilla constantemente.
Ésta situación empeora cuando su marido lleva a
vivir a su casa a su amante, lo que incluso hace que Mona deba
dormir en el suelo, pues la cama ahora es de su marido y amante.
La humillación es extrema. Nos preguntamos: ¿Es
acaso la mujer una cosa? ¿Es un objeto que debe soportar
las humillaciones de su marido? ¿Es un objeto inanimado,
sin sentimientos?

"Por una parte preocupa el status mismo de la TV, y
con él, los análisis reduccionistas que, o ven a la
TV simplemente como un medio medio, soslayando su
institucionalidad, o como una simple tecnología,
escondiendo sus determinaciones políticas, culturales y
económicas en su propio
desarrollo."[21]

Pero además, la televisión no sólo
es objeto de consumo, sino también plataforma y
trampolín para otros consumos, ya que desde la pantalla se
nos invita constantemente a "participar" de lleno en la
adquisición de objetos, productos, modelos de referencia,
estilos de vida. Nos ofrece un abanico de posibilidades, no
sólo en productos materiales, sino fundamentalmente,
ideológicos.

Por ende, hay que educar a ver y consumir
inteligentemente la televisión. Descubrir las
potencialidades que este medio de comunicación nos ha
puesto en nuestras manos y que tanto, bueno o malo, puede aportar
en la educación de las nuevas generaciones, en
función del uso que seamos capaces de hacer de él.
La potencialidad de la herramienta es inimaginable, aunque
siempre es una herramienta. El resto debe ser responsabilidad
social y personal.

"El consumo de los nuevos medios de
comunicación, y en especial la televisión, es una
realidad inquietante, no sólo por la desorbitante cantidad
de tiempo que a diario se le dedica desde todos los sectores
sociales, edades, sexo, nivel cultural o zona geográfica,
sino también por los valores de los mensajes transmitidos
y la uniformidad y un direccionalidad de sus planteamientos y
propuestas."[22]

Entonces, se busca de manera urgente nuevas miradas a la
televisión, es decir, enseñarnos a nosotros mismos
y a los que nos rodean, a entender este medio de
comunicación social que sin duda, más que nada, ha
evolucionado la sociedad que nos ha tocado vivir. Nuevas miradas
que "Maltratadas" nos ofrece, cuyo objetivo es entender que la
violencia va más allá de un golpe o un insulto y
que son situaciones mucho más cotidianas de las que
creemos e igualmente graves.

La pantalla ya no se llena de imágenes y sonidos,
sino de formas culturales, deseos colectivos, necesidades
sociales, expectativas educativas e identitarias; la tele se
convirtió en la institución social y cultural
más importante de nuestras sociedades.

"Sin la tele volverían los tiempos del
silencio, Si un día no hubiese tele, pasarían
muchas cosas:

-Cada uno tendría la chance de encontrarse
directamente consigo mismo, sin tener que perderse en la pantalla
del olvido. Estaría el "yo" frente al "mí
mismo".

-Una vez encontrados con el "mímismo",
comenzaríamos a escuchar los deseos, necesidades,
prácticas de todos los que nos rodean y que ignoramos
todos los días; tendríamos que salir a la
búsqueda del otro en su diferencia… Se nos
impondría la urgencia de ser-con-otros para vivir y
transformar los mundos de la vida.

-Nos sería imprescindible dejar de hablar y
comenzar a escuchar. Escuchar los murmullos del pasado en la voz
de los abuelos, la sonrisa del presente en los jóvenes, la
ternura del futuro en los niños, la alegría del
ser-con-otros de las mujeres.

-Nos tocaría enfrentarnos a la daga del
silencio, al escenario de la soledad; nos tocaría
irremediablemente liar con el silencio.

-Nos tocaría inventar planes colectivos en
relación con el entorno: recorrer la ciudad
sintiéndola como nuestra casa, ir al campo para
contemplarlo, caminar por la carrilera de los sueños,
esconderse a juguetear detrás de la inmensa roca,
experimentar que somos colectivos, inscribir entre todos nuestra
memoria."[23]

Un día sin la televisión, aunque parezca
ideal, sería para esta sociedad acostumbrada a su
existencia, casi catastrófico, algo casi inimaginable y
difícil de aceptar. En nuestro mundo, cuando todos somos
criados por la tele, pensar en vivir sin ella como aparato es
imposible. La clave está en entender que somos los
programas que vemos. Somos nuestros medios de
comunicación, sin ellos nuestra vida se volvería un
ida y vuelta que recorre el mismo y aburrido camino; nos
quedaríamos sin la "máquina de
símbolos".

No podemos apagar la televisión porque
acompaña la rutina, provee los temas para la
conversación y el debate público, actúa como
socializador que promueve pautas de comportamiento, criterio en
materia de valores y aprendizajes básicos y necesarios. La
televisión genera experiencias, saberes y sueños
que conforman los referentes más comunes que tenemos como
sociedad; por lo tanto, constituye un espejo social que refleja
la cultura, las identidades que nos habitan, las estéticas
populares y masivas. Es el reflejo de nuestra época, la
que conformamos nosotros.

El interventor del INADI, Pedro Mouratian;
la coordinadora general de Programas, Capacitación e
Investigación del INADI, Julia Contreras y las integrantes
del Area de Género del INADI consideraron importante en
este contexto, resaltar la labor de quienes trabajan en la
concientización social de las secuelas de la violencia de
género. Y es por ello que premiaron a la miniserie con los
premios INADI, en 2011.

A su vez, el canal uruguayo, Teledoce, la
declaró de interés ministerial por el Ministerio de
Desarrollo Social de Uruguay. La resolución, deviene del
Instituto Nacional de las Mujeres uruguayo, a partir de que la
producción nacional se basa en casos reales y considerando
"que el abordaje de este delicado tema será tratado con
la seriedad necesaria, y que podrá ser tomado como un
instrumento de sensibilización y toma de conciencia de
esta problemática social."

Son hechos que ayudan a entender la
importancia de la tv, y cuyos contenidos deben ser revisados en
ese sentido, pues el resultado es el reflejo del día a
día.

Por otro lado, algunos consideraran que el medio es
relativamente reciente para incluir su estudio en los planes de
enseñanza, como si sus sesenta años de influencia
no fueran nada. Como si su masividad en este mundo hiperconectado
no tuviera importancia.

Imaginemos por un instante lo interesante que
sería debatir y reflexionar en ámitos de
enseñanza sobre productos que nosotros mismos consumimos.
Imaginemos debatir, por ejemplo, el episodio 10 de "Maltratadas"
(El espejo).

Podemos analizar violencia familiar, donde los lazos de
familia se ven afectados. Un padre que no acepta que su suegra
viva con ellos, ejerciendo represión hacia su esposa,
negándole la palabra, quitándole ese lugar de
madre, ese rol importante, su voz, voto y opinión,
quitándole independencia y valor a la palabra. Una hija
que apunta también a la madre por "hacer enojar" al padre.
La misma hija que también recibe la opresión de su
novio, el maltrato físico y verbal.

Imaginemos por un instante la cantidad de violaciones y
maltratos que se dan, la cantidad de roles que se cumplen, o no.
Imaginemos debatir sobre el poder de la palabra, la
contención familiar, el apoyo o la negativa. Imaginemos
incorporar estos aspectos a los métodos de
enseñanza para los futuros integrantes de la
sociedad.

"Diferentes expertos en pedagogía,
sociología, psicología y psiquiatría
infantil, coinciden en que la televisión debería
tener mayor presencia en la escuela. Los niños
deberían ser educados como telespectadores de hecho, y
así podrían conocer los secretos del medio para
defenderse de él. De esta forma los más
jóvenes llegarían a practicar un consumo
audiovisual más
racional
."[24]

La poca predisposición del sistema educativo para
introducir nuevos cambios no debe ser excusa para los que
sí trabajan en la televisión, porque todos debemos
ser conscientes del papel que nos toca asumir, como espectadores,
así como también, los que se encargan de la
formación general.

"Especialmente inquietante es el caso de los
niños, pues si tenemos en cuenta el número de
días que realmente asisten a clase los menores de doce
años, comprobaremos que pasan aproximadamente sólo
1.000 horas en la escuela frente a las 1.060 horas que pasan
delante del televisor. Pese a este consumo masivo, que a veces
puede resultar indigesto, la mayoría del sistema escolar
suele estar de espaldas a la televisión y no enseña
a los futuros ciudadanos pautas de interpretación y de
análisis crítico de la cultura
audiovisual."

Las televisiones públicas se
abrieron a la educación.
Se vendió la idea de
que la televisión podría disminuir muchas cosas de
las desigualdades que mantenía la escuela, y más
concretamente, las políticas educativas. La serie unitaria
es el producto de una exhaustiva investigación
periodística por parte de sus creadores y que ha contado
con el apoyo de otras diversas instituciones dedicadas al
tema de la violencia de género, cuyos objetivos giran en
torno a la educación de los televidentes.

"Los esfuerzos iniciales en una programación
educativo-formal se ceñían al concepto de
Teleclases: se pretendía hacer coincidir los horarios de
clases escolares, especialmente en las mañanas, con
programas de TV estrictamente relacionados con determinadas
materias escolares.

Se tiende a crear canales tecnológicos
exclusivos para la tele educación: canales satelitales
educativos en Radio y TV, señales temáticas en TV
cable, y canales abiertos especializados; así, la
programación educativa es concebida como un contenido
temático segmentado y es transportada
tecnológicamente por canales televisivos diferentes de los
canales generalistas de TV
abierta."[25]

La televisión es un medio perfecto para educar.
La sociedad influyente en niños, los medios de
comunicación y las instituciones deberían
participar en la alfabetización social de niños y
jóvenes. Orientarlos para que aprendan a ser buenos
televidentes, analistas activos y plurales,
críticos,
participativos y consumidores equilibrados, cuyas herramientas
sirvan como formadoras de ideología, pero cuyo proceso
debe producirse en el telespectador.

El episodio 2 (Qué divino), intenta derrumbar
esos pensamientos de poder, de represión, y de promesas
que jamás se cumplirán. La violencia se ejerce por
aislamiento, ya que Laura sufre las actitudes "carceleras" de
Mario, su marido. Muestra la represión fundamental que
puede sufrir un ser humano: la libertad. Ni siquiera deja que
conteste el teléfono, que salga de su casa o que entable
relaciones. Aquí se demuestra incluso cómo se
reprimen los derechos humanos básicos. Mensajes que
debemos captar para que nuestras actitudes vayan en contra de la
negación de estos derechos personales.

Insistimos, que bueno sería que se discuta sobre
estas situaciones en materia humanística.

"El niño que crece ante los televisores
está inmerso en el mundo del adulto antes incluso de
aprender a leer y escribir. Recibe informaciones diarias sobre
guerras, atentados, accidentes, bolsa o meteorología,
sobre concursos de belleza y telefilmes de violencia, sobre
noticias rosa, sensacionalistas y mensajes publicitarios. Gracias
a los medios de comunicación sabe bastante del mundo de
los adultos y "conoce" todo antes de experimentarlo por sí
mismo.[26]

La televisión es más que un medio dentro
del abanico informativo y comunicativo, es un potencial
educativo
en constante interrelación con el resto de
elementos que conforman nuestra sociedad. La televisión es
punto de convergencia de muchos otros medios y grupos. No
deberíamos entonces malgastar su potencial de
alcance.

"Una televisión para la educación,
preocupada por la confección de materiales audiovisuales
apropiados para la infancia y la adolescencia (y dedicada a la
protección y la orientación de los mismos); que
incite a pensar y que no esté sólo dedicada a
formar consumidores compulsivos, como hasta ahora se ha
permitido."
[27]

Con la Televisión, la percepción se hace
más cercana y familiar, abarcando las expresiones de
cualquier territorio, mezclando lo local, lo nacional y lo
global; los temas que estaban reservados a los adultos son
propuestos a cualquier hora desafiando la autoridad paterna y
materna; y las nuevas formas de conocer y de saber, distintas a
la palabra, retan al paradigma educativo de la escuela
cuestionando su hegemonía.

Es en esa mixtura de territorio, de lo local con lo
internacional, donde encontramos temas que son comunes en todas
partes del mundo, como la violencia. La opresión sobre la
mujer, por ejemplo en el episodio 12 (El ídolo de barro),
que podemos identificar en cualquier parte del mundo, con casos
conocidos sobre maltrato y violencia física por parte de
gente poderosa (como conductores de tv), con promesas que
jamás se cumplen, y agresiones que, se cree, pueden
realizar por tener importantes puestos laborales que dan "poderes
sobre los más débiles".

La guionista Esther Feldman, autora de
"Maltratadas", explicó el objetivo de esta ficción:
"derribar algunos clichés y dejar de pensar que la
violencia de género sólo es el resultado de un
hombre borracho que le pega a una mujer de bajos recursos. Es
más bien un problema a nivel mundial que incluye muchas
aristas como el abuso infantil de parientes cercanos, la
violencia verbal, el aislamiento y otras tantas cosas que, cuando
empezás a escarbar, te das cuenta que es más
habitual de lo que todos creemos".

"Dentro de las iniciativas de la UNESCO, ya en el
año 1982 en su declaración sobre la
Educación en medios, proponía unos principios para
hacer más eficaz la educación:

-Organizar y apoyar programas integrados de
educación relativa a los medios de comunicación
desde el nivel preescolar hasta el universitario y la
educación de adultos.

-Desarrollar cursos de formación para los
educadores y diferentes tipos de animadores y
mediadores.

-Estimular las actividades de investigación y
desarrollo concernientes a la adecuación relativa a los
medios de comunicación en disciplinas como la
Psicología y las Ciencias de la
Comunicación."
[28]

La televisión de calidad pasa por una doble
responsabilidad: de los medios, que deben comprometerse a una
creación coherente y específica para cada una de
las franjas de edad, que fomente los valores a difundir entre los
futuros integrantes de la sociedad, fortificando el bienestar y
su función social; y de los padres y educadores, que deben
potencias un consumo controlado, selectivo, y sobre todo,
crítico de la televisión.

Esa calidad en primer lugar, es un consumo responsable.
Debe ser una televisión para el telespectador, a quien
se debe enseñar a ver con una mirada crítica
y selectiva, que permita que los usuarios de involucren de manera
activa. Una televisión que, por encima de todo, sirva a la
sociedad brindando esa calidad. Calidad en una
información, en una apuesta por la educación y el
conocimiento que nos haga disfrutar sin recurrir a
espectáculos indignos, existiendo formatos de programas de
televisión que permiten la participación del
usuario. (Episodios 2, 4, 6 y 10, por ejemplo, donde el "click"
debe ser responsabilidad del espectador, pues los episodios hacen
su trabajo de "mostrar", es el telespectador, quien debe
completar el sistema para entender el mensaje y el bien
social).

Es evidente que en la sociedad contemporánea los
medios son importantes creadores y mediadores del conocimiento
social. Los diferentes modos en que los medios representan la
realidad, y de las ideologías que llevan sus
representaciones debería ser una obligación
(más un deber) para todos los ciudadanos actuales de la
sociedad.

El espectador debe tener ahora un papel mucho más
activo, fundamentalmente en lo referente a la elección de
contenidos.

"Estamos en el campo de la "comunicación": un
sistema relacionado y conexionado con otros sistemas que
mantienen una interacción, un intercambio constante y
necesario con su entorno, provocando un importante impacto en el
entorno sociocultural contemporáneo. Su empuje ha sido
revolucionario, promoviendo cambios de actitudes e incluso de
formas de vida en la
sociedad."[29]

Apuntar a una televisión para el televidente, a
quien se debe enseñar a ver como una mirada crítica
y selectiva. A una televisión libre de contenidos
conflictivos, que abandone posturas políticas y
condicionamientos económicos e ideológicos, una
televisión libre que no afecte las libertades del usuario.
Apuntar es el primer eslabón de la cadena.

De a poco han ido cambiando las ideas de cultura, y de
ese modo también, el perfil cultural de las televisiones
públicas, más abiertas a experimentación de
géneros y formatos, más accesibles a expresiones
culturales que se escapan de los parámetros de la "cultura
culta", más permisibles y penetrables para aceptar una
visión de la cultura mucho más amplia y compleja.
"Maltratadas" intenta eso, mostrar una visión mucho
más amplia de la realidad, de lo compleja que es la
situación de violencia, de sus múltiples formas de
expresión. Entender a la cultura como un amplio abanico de
posibilidades, el cual debe siempre mantenerse susceptible al
cambio, así como cambia la sociedad, así como se
muestra en los diferentes episodios , realidades muy complejas,
donde se lidia con el poder, con la venganza, con el rencor, el
resentimiento, la represión, la opresión, la
humillación. Y todo traducido en violencia. Por eso nos
preguntamos: ¿Será consciente la sociedad sobre la
situación? ¿Será capaz de profundizar un
cambio? ¿Se animará a ver la
realidad?

"La televisión se ha convertido en el centro
cultural de nuestras sociedades, ha creado una familia mundial,
nuevas maneras de la solidaridad y diversos escenarios para el
entendimiento público y la construcción de lo
multicultural. Esto es más cierto si nos referimos a la
televisión pública como aquella institución
comunicativa que se hace diversa, plural y significativa,
según quien la produce, ve e interpreta, ya que en ella se
reconocen y expresan las diferencias de género, etnia,
clase, preferencia sexual, edad, entre otras cuestiones
culturales."[30]

La televisión pública sirve a ese cambio
social cuando promueve la expresión y educación del
ciudadano y la conexión social entorno a referentes
comunes; cuando se convierte en una casilla para que la gente
envíe sus mensajes a y de la sociedad.

La televisión mal llamada "comercial" no puede
automarginarse de la cultura y del interés social como
medio de comunicación masiva.

Toda ficción, telenovela o teleserie, responde a
las exigencias de género cultural cuya definición
pasa por el reconocimiento de formas y contenidos que no pueden
solo referirse al juicio estético, independientemente del
nivel cultural de sus espectadores. Y no vale aquél
arcaico pensamiento por el cual la oferta de televisión
responde únicamente a la demanda de sus espectadores y, en
consecuencia, todo vale con tal de ganar un punto de rating
más, desmereciendo la buena creación de un trabajo
identitario y valorable.

"Pensemos en términos de atributos de la
ficción televisiva y veremos cómo éstos
efectivamente trascienden fronteras, lenguas y culturas para
convertirse en verdaderas substancias estéticas. Realidad:
las historias, por más que se trate de ficción,
siempre tienen un anclaje, una consistencia en algo, lo que
permite la identificación cultural de los espectadores con
una realidad sociocultural. Alguien: Alguno trabaja en la noche
de los tiempos, antes de que comience la
historia.

Todas las historias provienen de a qué tipos
narrativos y tienen dos personas dramáticas que, al
límite, pueden fundirse en una sola (betty la fea-
bella/fea-, El cuerpo del deseo
-joven/viejo-)"[31]

La respuesta a la pregunta de cómo la TV produce
identidades y sentidos colectivos está, entonces en
valorar el horizonte del reconocimiento; desde allí es de
donde podemos intervenir la pantalla televisiva y ganar nuevos
referentes para la expresión, lo audiovisual y la
identidad. La identidad no es un problema solo de
representación, sino de reconocimiento e
identificación

El consumo de la televisión, si bien persigue el
entretenimiento y la compañía, pone constantemente
en movimiento y acción nuestros valores familiares,
ciudadanos y morales. Citamos y recordemos el episodio 10, donde
los lazos de familia son los que se ven debilitados, donde se
apunta a una madre, que es esposa e hija. Y que recibe
represalias por parte de su círculo íntimo.
¿Cuál es la solución? ¿Dónde
están los valores allí? ¿Nos detenemos a
pensar en nuestros valores íntimos y familiares?
¿Vemos nuestras acciones?

Cuando comenzaba el ciclo, en el episodio
1, los actores principales, despojados de sus personajes, daban
un mensaje frente a la cámara, un mensaje para el
público: lo dicho por los actores alude a situaciones que
aparecen a diario entre nosotros y que exigen de la sociedad
compromiso, apoyo y solidaridad. A su vez, en ese cierre de
programa, se citaron otras campañas que figuras conocidas
acometieron en los últimos tiempos para crear conciencia
comunitaria sobre asuntos delicados. Una campaña
institucional en TV contra la violencia de género, con
presencia constante en los espacios publicitarios,
resultaría una contribución muy eficaz.

Más que ningún otro medio de
comunicación hasta ahora, la televisión nos debe
ayudar a apuntar al "deber ser", a los sentimientos de
protección hacia los más vulnerables y
débiles o maltratados en la sociedad, lo que hace posible
disfrutar del consumo televisivo, pero acompañado de
críticas y demandas en relación a los altos
índices de audiencia.

"No hay que reconocer a las identidades como
contenido, ese que nos ha llevado a aberraciones como decir que
la diversidad cultural es hacer programas de afros e
indígenas; o que hacer programas de mujeres es hablar de
la casa, el hogar, la salud o la educación; o esa moda que
celebra lo gay solo como un estilo, una estética y sobre
todo un modo de consumo. ¡Hay que meterle
política, estética y narrativa a la
televisión, para que sea cultural y para generar el
reconocimiento de las múltiples identidades que nos
constituyen! La televisión debe "tomar la forma" de las
identidades y sensibilidades que la
producen."
[32]

La televisión es sin duda un objeto de
reflexión sobre valores familiares ciudadanos y morales.
En el último tiempo las opiniones sobre la
programación aparecen más complejas, más
profundas, abarcan más temáticas de nuestra cultura
cotidiana y son también más
críticas.

Al ver televisión, las personas parecen
emparentar a la pantalla con lo que para ellos "debiera ser" en
su cultura. O también puede ser que el mirar
televisión nos invite a pensar en los otros que componen
nuestra sociedad. En aquellos que antes no mirábamos por
propia decisión y que ahora la televisión nos
invita a animarnos a ver. "Maltratadas" nos invita a animarnos a
ver eso que no mirábamos, nos invita a ver la violencia
que creíamos sólo existía en formas
específicas (como golpes e insultos) y que en realidad es
mucho más compleja. Nos invita a velar por la igualdad,
por los derechos humanos, por despertar en el televidente una
nueva mirada

Andrea Politti comenta sobre el papel que
le tocó interpretar, su punto de vista y un mensaje corto
pero interesante:

"En las escenas me sentí muy mal,
es que la humillación se siente especialmente en el
pecho, es como un desgarro, y termina haciendo harapos a la
persona y desconectándola de sí misma.

Pero la verdad es que me parecía
interesante que me pase a mí, porque yo soy lo opuesto a
la mujer que interpreté.

En las grabaciones, Ale (Awada) se
reía de mí imaginándome en la
situación: "Vos le das un bife al tipo y listo", me
decía. Estuvo bueno ponerse en otro
lugar"

Intenta ponernos en otra esfera, en otro
lugar, que podamos sentir lo que mucha gente siente y que no
sabemos, o no imaginamos. Intentemos entonces ese cambio,
intentemos involucrarnos conscientemente con lo que vemos,
intentemos el desafío de ponernos en otro
lugar.

Hoy los televidentes mencionan a los "inmigrantes de
países vecinos", los discapacitados, los adultos mayores y
preferencias sexuales.

A la vez que hay más grupos sobre los que los
televidentes tienen conciencia, hay también más
crítica sobre la forma en que aparecen en la pantalla.
Cada vez se perfila mejor la premisa: no discriminar.

"A la hora de evaluar al medio, surgen dos
posiciones de evaluación. Una que dice mayor
relación con el goce de la pantalla, en la que ésta
adquiere características casi antropomorfas: por ejemplo
como el miedo más entretenido, cercano, educativo,
informativo, veraz y pluralista. Y una importante fuente de
compañía. Sin embargo, la televisión no
está exenta de críticas, como por ejemplo al
sensacionalismo, y una cierta sospecha sobre su neutralidad
política, donde la radio aparece mejor
posicionada."
[33]

"Algunos programadores se quejan de que la gente
pide cultura, pero no ve los programas culturales. Esta aparente
contradicción no es tal. La TV se funda en el
hábito y los programas requieren de tiempo para su
introducción."[34]

Es responsabilidad de los canales descifrar la demanda
televisiva y no abandonar sus intentos de mejorar la oferta
cuando programan excepcionalmente un programa cultural, sin tener
en cuenta las condiciones de difusión o económicas.
No dejemos pasar por alto que muchos grandes estelares han tenido
el mismo rating que programas de menor costo y de mayor valor
cultural.

En el Facebook oficial de la miniserie, no
sólo de encuentra material relacionado con lo televisivo,
sino que también ponen a disposición,
teléfonos y direcciones de organismos oficiales y no
oficiales que se dedican a asesorar a víctimas de la
violencia doméstica y de género. La influencia de
la tv trasciende para convertirse en hechos de repercusión
social y de debate público. Las herramientas las tenemos,
"Maltratadas" nos ha dejado un plato del cual es elección
nuestra, servirnos un poco más de "realidad".

Entrevistados

María del Rosario
Ruckauff:

Estudiante de la carrera de
Licenciatura en Periodismo de la Universidad del Salvador, en la
provincia de Buenos Aires.

Trabajó para el periódico
Surgente de Ituzaingó, localidad de la provincia de Buenos
Aires.

Monografias.com

M: Preséntese

MRR: Mi nombre es María Rosario
Romero, soy estudiante del último año de la carrera
periodismo de la Universidad del Salvador,

M: ¿Cree en la objetividad del
periodismo?

MRR: No. No creo que la objetividad sea
posible en la práctica del periodismo, pero uno como
profesional debe tratar de ser lo más neutral posible y
citar a todas las campanas involucradas en la
cuestión.

M: ¿Cuál es la
función social del periodismo?

MRR: Informar y transmitir hechos para
que las personas tengan mayor conocimiento y las herramientas
necesarias para poder elegir y actuar
convenientemente.

M: Si una ficción, en ocasiones,
es el reflejo de la realidad. ¿Estaríamos ante 2
estilos de periodismos que, en realidad son lo mismo?

MRR: No, en absoluto. Todas ficciones
siempre tienen algún componente ficcional, como el hecho
de que sean representados por actores siguiendo guiones, los
cuales fueron escritos por algún guionista, productor o
director. Estas pueden basarse en "hechos reales", en cambio el
periodismo tiene que apuntar a los hechos reales.

M: La serie "Maltratadas" fue
transmitida por América 2 en donde se abordó las
diferentes formas de violencia hacia el género femenino y
transmitiendo en cada capítulo diferentes situaciones que
la violencia transita, busco alcanzar un fin social
¿Qué opina de ese tipo de ficciones tv?

MRR: Pude ver algunos episodios, y quede
asombrada de muchas situaciones; pero creo que tanto desde el
contenido periodístico como desde el contenido de
ficción es posible colaborar con la toma de conciencia
para prevenir hechos de violencia, o sobre cómo actuar
cuando estos suceden.

M: ¿Cuál es la
responsabilidad de los medios masivos frente a temas de tanta
importancia social?

MRR: Creo que tienen una gran
responsabilidad, no sólo en la difusión, sino
también en cómo son tratados estos temas delicados:
sin amarillismo y siempre asesorándose con profesionales
que ayuden a dar una visión menos superficial de los
temas.

M: ¿La tv es mucho más
influyente que otro medio en este sentido?

No lo sé, te digo que ya lo dudo. Antes era
demasiado influyente, con esto no digo que hoy en la actualidad
no lo sea peor probablemente la tv compita fuertemente con
Internet y las redes sociales, donde últimamente se han
registrado denuncias de violencia que luego tienen gran
repercusión en otros medios
periodísticos.

MRR: ¿Cree que hay espacio en la
tv para productos de calidad, que nos dejen mensajes sociales y
que sean redituables?

Sí.

M: ¿Cuál es la
situación actual de la tv, o las ficciones?

MRR: Soy de ver poca televisión;
y en lo poco que veo, noto que buscan reflejar las situaciones de
la vida, del dia a dia. Del matrimonio separado con
inconvenientes, de padres que aparecen después de
años. Ya no es tanto venderle a Doña Rosa el puro
romanticismo de tener a la chica pobre y el chico rico y pum!
Todo color de rosa; entonces me doy cuenta que quieren realmente
mostrar lo real.

M: Como periodista ¿qué
tiene que tener una ficción para ser exitosa?

MRR: No lo se… nunca trabaje en
el ámbito de la TV ni en temas de ficción. Creo que
esto lo tendría que responder un productor o guionista de
ficciones de este tipo. Mi responsabilidad, tal vez apunte a
realizar una crítica de un producto, sin importar
cuál sea el prejuicio, exitoso o no, mi trabajo se basa en
otro ámbito.

M: ¿Es posible la
producción de tv responsable?

MRR: Sí, claro que lo
es.

M: ¿Cuál es la
responsabilidad que recae sobre el periodismo a la hora de dar
una opinión sobre la tv?

MRR: Los periodistas no deberían
opinar, sino informar con la mayor neutralidad posible, dando las
herramientas necesarias a los lectores, oyentes y televidentes
para que saquen ellos sus propias conclusiones.

M: Así como intentamos rescatar
ficciones con contenidos sociales.. ¿Cree que ocurre lo
mismo en el periodismo?

MRR: Creo que actualmente el periodismo
destina una parte importante de sus coberturas a hechos de
violencia.

M: ¿Qué opinión le
merece aquellas ficciones que intentan buscar su función
social dentro de la tv?

MRR: Considero que están bien,
siempre y cuando su objetivo sea generar consciencia en la
sociedad y no sólo generar raiting y
publicidad.

Pablo Lago:

Autor de Tratáme bien, ½ Falta, Locas
de Amor, Gasoleros, La Lola, Hospital Público, entre
otros. Actualmente forma parte de la Asociación de Autores
Audiovisuales (MIGRE).

Fue parte del jurado, en el concurso promovido por
el INCAA, del cual fue ganadora "Maltratadas" junto a otras
series más.

Trabajo en cine y recibió innumerables
premios por La Lola, Hospital Público y Locas de
Amor

Monografias.com

M: ¿Quién es Pablo Lago?
¿Cómo se define?

PL: Un autor de cine y televisión
que intenta imprimir sus obras, generadas per sé o por
encargo, un sello propio, una ideología. Un autor que con
sus guiones más que dar respuestas intenta plantear
preguntas, para que cada quien al contestarlas encuentres su
propia voz.

M: ¿Hace cuánto tiempo es
escritor?

PL: Profesionalmente unos 17
años. Pero he escrito cuentos, poesías y canciones
desde mis catorce años. Tengo 44, con que más que
escribir es la escritura la que me escribe a
mí.

M: ¿Cómo es el trabajo de
un escritor? ¿Qué tareas realizan? ¿Con
quién y cómo se contacta?

PL: El trabajo del escritor, más
que en escribir, consiste lisa y llanamente en vivir. Viviendo
uno observa, aprende a escuchar, adquiere experiencias. Todo este
bagaje uno vuelca inconscientemente o no en lo que escribe. En lo
formal soy bastante disciplinado. Empiezo a escribir a las nueve
de la mañana y suelo terminar tipo 17hs. Cuando era
más joven, de puro obsesivo, trabajaba de 08.00 a 20.00hs.
El nuestro es un trabajo mayormente en solitario. Podemos tener
un socio o socia y hasta equipos autorales, pero a la hora de la
verdad uno se encuentra sólo ante la hoja.

M: ¿Qué siente al contar
una historia?

PL: Diría que cuando la historia
fluye, contarla es lo más parecido a volar. Y en ese vuelo
aprendo y me sorprendo, para bien y para mal, de mi
mismo.

M: ¿Alguna vez trascendió
sus vivencias personales y las ha reflejado en algún
producto suyo? ¿Cree que la experiencia personal de vida
sirve para un producto determinado?

PL: Por supuesto. En todos mis programas
hay experiencias, vivencias y pensamientos propios. No
podría escribir de otra manera. Cuando me tocó
escribir TRATAME BIEN, sobre la conflictiva realidad de una
pareja en sus 50 años yo tenía 40 recién
cumplidos, pero junto a mi mujer y socia escribimos este duro y
maravilloso programa. En Tratame Bien hay muchísimo de
nuestra vida personal y nuestra vida como familia y pareja. En la
calle la gente nos decía "pusieron cámaras en mi
casa". Lo cierto es que hablábamos de nuestra realidad,
exorcizando incluso demonios personales. Al contar tu aldea
contás el mundo. Contando lo chiquito reflejás lo
grande.

M: ¿Cómo surgió
MIGRE? ¿Qué ofrece en especial?

PL: Migré surge de la necesidad
de varios autores por conocerse entre ellos y estar muy atentos a
las tareas que realiza o no Argentores. Surgió por la
necesidad de compartir nuestras experiencias, de vernos las
caras, y de entender que otros autores tenían
problemáticas muy similares a las nuestras. Desde
Migré nos proponemos formar nuevos y mejores autores, y
exigirle a nuestra sociedad de gestión que cumpla con los
mandatos para los que fue creado: la defensa del
autor.

M: Junto con "Maltratadas", fueron
ganadores del concurso "Series de Ficción para productoras
con Antecedentes" promovido por el INCAA, "El Paraíso",
"Vindica"… ¿Tuvo oportunidad de ver alguna de estas 3
ficciones? ¿Qué opina sobre ellas?

PL: Son proyectos surgidos en distintos
llamados del Incaa. Fui jurado en una instancia y de hecho
leí y premié el Paraíso. Es poco lo que pude
ver de esta serie pero en términos generales me
pareció entre novedosa y bien realizada. Maltratadas
aborda la importante problemática de la violencia de
género. Algunos episodios me parecieron más hondos
y trabajados que otos. Más allá de los altibajos
que tuvo valoré que fuera una serie que trabajara y tocara
cuerdas que habitualmente la televisión no
toca.

M: A veces, las ficciones resultan ser
un recurso para mostrar lo que más duele..
¿Qué opina sobre esta frase?

PL: Es real que eso ocurre a veces. La
ficción es un buen vehículo para mostrar o
denunciar lo que por otros lados a veces los medios no han
querido ver. Hay ficciones de todo tipo: pasatistas y/o
comprometidas. Ambas son necesarias e importantes. La
televisión es entretenimiento. Si encima ayuda a pensar,
para mí, mucho mejor.

M: ¿Desde qué
posición pueden ayudar las ficciones a mejorar la realidad
social?

PL: No es tarea de la ficción
mejorar la realidad. Sí puede denunciar, mostrar, poner
sobre el tapete tal o cual cuestión. Quienes debemos
mejorar la realidad social somos todos y cada uno de nosotros, no
solamente el Gobierno. El cambio siempre está en uno. En
la fuerza del conjunto.

M:¿Es el público quien
tiene la llave de sus productos?, es decir ¿es necesaria
la relación con la gente, las vivencias, el encuentro,
para poder entender qué es lo que la gente
quiere?

PL: La identificación y
empatía con el espectador siempre es necesaria. Si no
haces pie ahí el espectador agarra el control remoto. Por
eso creo, que siempre hay que saber mirar dentro de uno. Hablando
de vos, criticándote, riéndote de vos mismo, el
público sentirá naturalmente empatía porque
en un punto vos sos el otro. El autor es el otro.

M: ¿Qué opina sobre las ficciones en la
actualidad?

PL: Las ficciones de aire hoy por hoy
son muy pasatistas. Solamente vos, Vecinos en Guerra, Aliados,
hasta la misma Farsantes son bastante livianas. En lo personal
prefiero ver series por cable. Hay ficciones del CIN, el INCAA o
la CDA que están bastante bien. Pero no llegan a la
pantalla o llegan en pésimos horarios. Todo merece su
oportunidad y todo es bienvenido. En la multiplicidad de voces
siento yo que ganamos todos.

M: ¿Qué opina de la tv
como educadora?

PL: Que no es el rol de la TV, pero si
una herramienta importante para educar si se la quisiera utilizar
como tal. Como autor soy bien consciente del poder de llegada de
la televisión. Y uso siempre ese poder no digo para
educar, pero sí para compartir con los espectadores mi
visión del mundo y la vida.

M: ¿Cuál es la
responsabilidad de los medios masivos frente a temas de tanta
importancia social?

PL: Mucha… quién tiene un
programa al aire, entiendo yo, tiene una responsabilidad con lo
que cuenta y en cómo lo cuenta.

M: ¿Cómo ve la tv
actual?

PL: La Tv argentina es bastante buena
comparada a otras partes del mundo. Realmente buena. Ahora, claro
que me gustaría más y mejores ficciones, noticieros
más objetivos, y programas de diversa índole. Tengo
fe en que la ley de medios viene a ofrecer esas posibilidades.
Estará en todos los que hacemos la Tv aprovechar eso o
no.

M: ¿Cuál es el tema actual
en la televisión de ficción?

PL: Pareciera ser "la juventud de los
grandes". Veo esto en Farsantes, Vecinos en Guerra, Solamente
vos. Adultos "rejuvenecidos", apendejados. No sé si es un
tema pero sí un común denominador entre las
ficciones que veo al aire.

M: ¿Qué se puede hacer
desde la TV para enfrentar problemas sociales?

PL: Exponerlos simplemente. Hay que
exponer esos problemas. Nuestros personajes de ficción
podrán sugerir alternativas o vías de
solución… pero una vez más esto es
sólo ficción y no es nuestra responsabilidad
enfrentar o solucionar los conflictos sociales. Sí, como
comunicadores, poder aportar miradas u opciones o sugerencias
para la solución de los mismos.

M: ¿Cree que la tv puede
modificar las formas de actuar o pensar mediante las ficciones?
¿Por qué?

PL: Una vez más creo que la Tv
puede sugerir ideas, disparadores… ofrecer ciertas
propuestas o alternativas siempre a pensar y considerar. Puede
hacerlo porque la TV llegan a todos los hogares
prácticamente. No conoce fronteras. Dónde haya una
Tv, como autores podemos entrar con nuestro pensamiento e
ideología sea para proponer y construir o todo lo
contrario. De ahí la responsabilidad con lo que se cuenta
y el cómo se cuenta.

M: ¿qué tiene que tener
una ficción para ser exitosa? ¿Qué es una
ficción para vos? ¿Cuál es su
objetivo?

PL: Una ficción es justamente
eso, un relato ficcional, no verídico necesariamente pero
sí verosímil. El objetivo es entretener. Si ayuda a
pensar mucho mejor. La fórmula del éxito nadie la
tiene. Nadie. Pero sin dudas hay que generar empatía de
mínima para que el espectador te mire. Sin eso no hay
nada.

M: ¿Qué le diría al
televidente de sus productos?

PL: Que son o intentan ser lo más
honestos y verdaderos posible.

M: ¿Qué mensaje le
daría al lector de esta entrevista?

PL: Que sean exigentes y rigurosos,
tanto como espectadores demandando una TV más
lúcida, como para los escritores o hacedores de la tv:
tenemos la responsabilidad, todos y cada uno de nuestros
días, de hacer una Tv mejor que la de ayer. Si tenemos un
conocimiento o un saber es para compartirlo con el otro. Es para
quienes nos sigan sean mejores que nosotros, y no al
revés. Sólo así iremos mejorando como
sociedad y especie.

Ramiro San Honorio:

Director, intérprete, profesor y guionista.
Realizo guiones para Tiempo Final, y junto a Sabrina Farji
escribieron "El Paraíso", serie ganadora del concurso del
INCAA.

Trabajo para la señal Encuentro y para
History Channel. Colabora con la Asociación
MIGRE.

Monografias.com

M: ¿Quién es
Ramiro San Honorio?

RSH: Uhh… a ver… es
alguien que desde muy chiquitito conoció la tele a
través de su papá, y que entrando a un estudio de
televisión vió que algo le llamaba la
atención, y que a partir de ahí, desde los 6
años en adelante, siguió el camino de trabajar en
la tv o en el cine, porque era lo que le gustaba.

M: Ya sabías que
desde muy chico, te gustaba esto…

RSH: Sí, y me
divertía mucho la magia que había detrás
siempre, y le empecé a encontrar el gusto… a ver…
Ramiro es alguien, y te lo hago en tercera persona, porque me
sale mejor si lo pienso como si fuera un personaje, que se
divierte mucho cuando hace y cuando crea. Cuando se deja de
divertir, abandona los proyectos o se pone un poquito
cabrón, que tiene que ver con los genes de mi
España. Y nada más. Pero es alguien que busca y le
gustaría que haya una industria, que se respete más
al autor y siempre pelea por la imagen, por la prensa de los
autores. Ya desde cuando no era nadie ya puteaba de decir por
qué no aparecen los guionistas.

M: Trabajaste con "Fronteras" y "El
Paraíso" y son muy similares..

RSH: En realidad "El Paraíso" es
más como para sala de 3 comparada con lo que hicimos con
"Fronteras.

En "El Paraíso", era un médico que no
podía manejar su familia, y su pareja lo mismo. En
"Fronteras" tenemos a una sexópata que tiene un edema
pulmonar y se está muriendo y que se va al medio de la
selva, y se encuentra en un lugar que no tiene herramientas,
donde tienen que amputar una pierna y lo tienen que hacer con
"una cuchara". Hay casos de dengue, de desnutrición, que
no se toman en cuenta, si vos me lo preguntas a mí, te lo
hago simple: "tengo los mejores elementos de los conflictos
dramáticos al abrir la puerta".

Tengo los mejores conflictos acá, no tengo que ir
a inventar algo.

M: Dijiste "tengo los elementos de los
conflictos dramáticos al abrir la puerta"….No se si
es un prejuicio, pero se piensa que los guionistas, autores..
estarán rompiéndose la cabeza encerrados en su
cuarto…

RSH: Eso es un mito!, el guionista no
tiene que estar nunca encerrado! es típico pensar, el
guionista, cuarto oscuro, lámpara, llueve, máquina
de escribir y un tipo gris. Si empezás a hablar con
guionistas vas a ver que nada que ver.

Para tener este oficio tenes que ser curioso, y para
estar en este medio tenes que tener mucho contacto con mucha
gente. Entonces estas en contacto con productores y actores que
te están conociendo. Empezar a tener el vínculo con
los actores es lindo!, en "Fronteras" tuvimos muchas reuniones
con los actores. No hay que tenerle miedo a la relación
del autor con el actor, es el que te va a dar una
devolución. Y el actor por lo general apoya!, es trabajo
para el actor.

Y por lo general, si vos tenes un buen proyecto,
trabajando en equipo, el actor siempre va a leer tus trabajos,
porque además, no siempre sabe quién sos. Es un
ciclo, el tema es no tener miedo, sino ya te pones palos antes de
empezar.

M: "El Paraíso" es como un
antecedente sobre la función social de la tv, pero
"Fronteras" es también como del hilo conductor de estos
trabajos. ¿Cómo surge "El
Paraíso"?

RSH: El título es mío
jaja. Teníamos muchos títulos; Urgencia,
Emergencia.. pero después volviendo de clase,
alguién había presentado una idea de ángeles
y demás… Yo me quedé con eso y estaba pensando en
el colectivo, que ayuda mucho porque pensas, y me dije:
¿que bueno no? Que sea la antítesis, que ellos
vivan como en un infierno personal (protagonistas) y que aparte
represente, de alguna manera, esa salita de primeros auxilios
como la puerta hacia ese limbo del infierno porque es como decir
"acá viene todo lo peor", y dije que se llame
Paraíso! Porque en realidad, después están
en búsqueda de todo eso. Y van a lograr eso.

Entonces a Sabrina se le ocurrió que se
llamé la sala asi, el paraíso. Que la sala de
médicos se llame "El Paraíso".

La idea surge porque Sabrina Farji (guionista del "El
Paraiso") tenía un proyecto que quería hacerlo con
Alejandro Awada. En princio iba a ser un Tren Sanitario, estaba
buenísimo, recorría los lugares, la idea era buena
pero llevarla a cabo era difícil. Entonces de alguna
manera, Sabrina planteaba seguir haciendo algo con Alejandro,
quien tenía la inquietud de hacer algún personaje
justiciero o algo así. Primero teníamos pensado
hacer a un juez o un fiscal, pero después él
(Alejandro Awada) vio la necesidad de hacer un médico, un
personaje leal pero que tenga problemas.

Entonces empezamos a escribir sobre un médico que
hacía todo mal, salvaba la vida a los demás, pero
su vida era un desastre. Y le pasaba lo mismo a Agustina, que era
su antagonista, que tenía una hija, que tenía
más resuelta su vida, pero que estaba drogada o adicta. A
partir de ahí, llamamos a Romina Rissolo, que fue alumna
nuestra, porque era médica pediatra, claro, no
queríamos escribir pavadas. La llamamos para eso y ella
empezó a coparse mucho con los personajes, y descubrimos
aparte que Romina podía ayudarnos en el guión,
tenía buenas ideas, y obviamente las tenía porque
los casos que ella tenía que afrontar en una guardia eran
los más creativos del mundo.

M: Claro, buscando
asesoramiento

RSH: Todo el tiempo con Romina,
además me acuerdo de haber ido al Pirovano y hablar con la
gente de guardia, me hice amigo de varios médicos de
ahí. Un día los invite a almorzar y les pregunte
qué casos había en la guardia. Y de ahí
hicimos como un mix, de lo que tenía Romina, con los casos
de la guardia. Todos los casos en "El paraíso" son reales,
mientras que en "Fronteras" la mitad son casos reales,
después hay ficcionados obviamente, pero con una base
real. Y "El Paraíso" surge así, Romina trajo un
montón de casos en una guardia que parecen ser
disparatados, había casos de una embarazada que no
sabía que lo estaba y eso ocurre muchísimo, mucho
de mujeres golpeados por sus esposos policías, donde
obviamente, no podían hacer la denuncia…

M: Entonces.. ¿ qué
querían mostrar?

RSH: Lo que nosotros queríamos
mostrar con esta serie era que los héroes que uno ve en
las otras series que son más personajes con herramientas,
más héroes por así decirlo, nuestros
héroes eran personas normales que sufrían,
queríamos contar esa cuestión del héroe
común, cotidiano, el héreo diario…

M: Es un héroe por ahí
para tu vida, pero tal vez tiene sus problemas y no puede ser
héroe en la suya…

RSH: Exacto! Como vos! Porque todos
somos un desastre en la vida, digamos, tenemos problemas. Apare
veíamos que la medicina acá en nuestro país
esta relegada, digamos, los tipos salvan vidas! Y nosotros
escribimos guiones. Una vez quise llamar a Romina, y ella me
decia "Rami, te llamo más tarde", y yo insistía y
ella me contestaba "Rami, te llamo en un rato", y me
cortó. Y yo estaba enojado, diciendo cómo puede
ser… y a los 40 minutos me llama Romina y me dice "Rami,
disculpame, pasa que se me estaba muriendo un bebé"…
cuando me dijo eso me dije, que boludo soy. Entonces eso
también es un poco lo que pasa en "El Paraíso",
como los médicos que no tenían herramientas en un
lugar donde no las había, donde había muchas
necesidades, donde estos héroes anónimos cuentan
sus historias, en situaciones extremas, pero cotidianas, porque
no hay ninguna de las cuestiones que se ven que no sean
reales.

M: Es un fiel reflejo de la
realidad….

RSH: Sí, todas las salitas tienen
eso… digamos, Romina también sufrió un tiroreo,
digamos que hasta todo lo policial aparece insertado puesto como
una ventana a lo que pasa. Por eso muchas veces cuando
volvía al Pirovano, me decían que estaba muy bien
escrito, desde lo que se dice los personajes hasta las
problemáticas de la guardia. Y después una historia
de amor, que eso es más de Sabrina Farji, pero sí
con personajes reales, que en una tira o novela no lo ves tanto
porque son super recortados. Como por ejemplo si querés en
el cine, a "Ironman" le va bárbaro no por el
superhéroes, al guión le fueron sacando escenas
cuando tenía la máscara, porque "Ironman" es mucho
más interesante cuando no tiene la máscara, cuando
es tridimensional, cuando es real, cuando no es
superhéroe, lo mismo con Superman, o el increíble
Hulk. "El paraíso" en Argentina funciono con personajes
reales, con problemáticas de familia, por eso
queríamos contar algo, no el unitario con personajes locos
y raros, porque sino es fácil. Y la realida es que no son
locos, tienen que ser reales, eso es lo que identifica al
personaje, entonces hoy el guionistas tiene que hacer personajes
mas tridimensionales, y "El Paraíso" se quiso hacer eso, y
con "Fronteras" se quiere doblar la apuesta, no son cosas raras,
personajes creíbles, reales, y lo que vemos es verdad. Y
más en una profesión donde yo como autor tengo que
transmitir más respeto, más nobleza, es una
profesión jodida, es tremendo. Hospitales que no hay nada,
en el meido de la selva, no tienen apoyo de nada. Y esto
está en "El Paraíso" y en "Fronteras"
también está, por ejemplo en la problemática
de los indígenas, que también te hace pensar.
Nosotros tratamos de no poner ni buenos ni malos, de hecho si
queres, todos son malos…

M: Es el público quien decide
quién es bueno o malo ¿cómo lo
interpreta?…

RSH: Exacto!! Mira.. yo te voy a mostrar
una comunidad aborigen, que tenía unas responsabilidad que
no las hizo, con un empresario que quiere hacer su negocio,
entonces por ahí te van a caer bien los 2 personajes, y
pero quién tiene razon? Bueno eso es lo que tiene uno de
los capítulos de "Fronteras".

Tratar de que el espectador no sea tonto, de que el
espectador es inteligente y no darle las cosas como si fuera
papilla, para eso hay otras cosas.

M: No existe la clave para el
éxito

RSH: No no hay clave del éxito,
es como el almanaque de "Volver al futuro", no tengo, si lo
tuviera ya sería el dueño del mundo,
jaja.

Pero aparte, no hay que escribir entendiendo que vos
como autor podés dar todo, como decir, yo hago esto, esto
y esto porque yo lo digo como autor, porque te vas a dar cuenta
que te va a llamar el actor y te va a decir "che flaco, mi
personaje no haría esto".

M: ¿Qué opinión
tenés sobre las ficciones? Sobre la tv?

RSH: Veo todo, me gusta que la
ficción domine la televisión. El arte de lo
audiovisual es lo más difícil y es más de
reflexión que de entretenimiento. Y que la tele, que tiene
programas que son cualquier cosa, me gustarían ver
más documentales o informes serios. Cada vez hay
más paneles hablando todos al mismo tiempo, o sea,
avísenles que tienen un micrófono cada uno. Lo
mismo con los chistes internos entre productores. Y se
ríen internamente, y el televidente queda afuera
totalmente, o sea, nunca entendieron que hay una cámara!,
esas cosas son malas. Los medios de información son cada
vez más reality shows. Es tan obvio lo que hacen.
Antiguamente, los informes duraban media hora, y lo mismo dura el
noticiero en Europa, pero actualmente. En Argentina, se hacen
canales completos de noticias, las 24 horas. Y ahí
cómo llenas? Es como una ficción. Y eso está
mal. Lo que pasó es que se distorsionó. Todo se
mediatizó. Y no tenemos que pensar todos iguales. Todo lo
que es información, está desarmado, todo lo que es
panel de la tarde me parece ridículo, es horrible hablar
de la operación de lolas de tal, me parece malo y nefasto,
aparte no te ayuda a reflexionar en nada.

Entonces la ficción le da un aire fresco a tener
reflexiones, historias nuevas y diversidad, así como
apostar a buenos actores. Yo apoyo a la tv artística,
porque te da para reflexionar, y a mí como humano me gusta
reflexionar como humano.

M: ¿Crees que la tv ayuda a
reflexionar?

RSH: Sí , ayuda, claro que ayuda.
Soy un defensor de la tv porque es un espejo, por mal que nos
pese a todos. Tenemos la tele y a veces no nos gusta, y bueno,
tenemos un reflejo de lo que somos nosotros, y sin embargo
tenemos una de las mejores tv a nivel artístico, como el
canal Encuentro, que ganó uno de los premios más
grandes de la tv. Es un canal digno, de documentales. Hay varias
señales que son serias y valen.

Y a nivel de aire, la ficción que más me
gusta en la actualidad es "Farsantes", empecé a verla hace
poco, y tiene personajes interesantes. "Graduados" estaba
bastante bien, muy clara las ideas. "Vecinos en guerra" no
está muy sólido en sus actuaciones y guiones. Luego
vi los ciclos de ficciones de canal 7, "Maltratadas" me
pareció genial. Para mí falta cine y canales de
cultura

M: ¿Sentís que la tv tiene
la responsabilidad de educar?

RSH: Sí, la tv te educa. El tema
es que ahora, en general, te educa mal. Si le hace mal a los
chicos es porque la educa mal, pero algo tiene, algo transmite.
Si fuera pasiva, no pasaría nada. Ojo, programas de TN, o
de History Channel, son programas que ven y decís: "ah
mira que interesante". Y están buenísimos. Me
parece que la tv sí, te forma, no se si educa, pero te va
formando porque te da ahí comunicación con el
aparato y si ese aparato tiene contenido, lo vas a ver. Se que se
le pega muchísimo a la tv, pero si te hago un cuadro entre
cosas buenas y malas de la tv, tenes muchísimas buenas y
dos malas, pero ¿sabes lo que pasa? Que esas dos cosas
malas tienen ratting. Porque hay programación de muchos
canales muy buena. Y eso no quiere decir que productos de calidad
no son vistos.

M: Igualmente, ¿no sentís
que el público empezó a "no serle tan fiel" a eso
que es malo?

RSH: Y obvio porque cansa, además
el público, con las redes sociales y los celulares que
vienen con todo, o sea, la gente está en la computadora.
Hay una generación que está dejando la
televisión. Y esa generación la tienen que
ganar.

Pero a su vez, la gente puede elegir, la gente tiene un
control remoto, podes hacer eso, poder cambiar, decidís,
nadie te obliga a ver, la tv está contaminada con
programas de porquería, aunque pienso que es equilibrado,
vos cambias y elegís. Es una tv con posibilidad de cambio
y de elegir. No te podes quejar porque podés ver lo que
sea a cualquier hora. Nadie se puede quejar. Si vos te
quedás en un canal, bueno, bancátela.

M: ¿Qué le
recomendarías a un televidente?

RSH: Que use el control remoto, que
tiene el poder, la decisión, ya no somos lo que se llama
V.U.P (Viewer: espectador. User: usuario. Player: jugador).
Entonces antiguamente era solamente el espectador, después
pasó a ser usuario, o sea, no solamente de control remoto,
sino que uno programa lo que quiere ver. Y lo que viene es el
Player, que es el que va a empezar a jugar con la tv y los
contenidos, con lo cual el espectador se transforma enorme,
serán programadores en potencia. Es una generación
que viene con ese chip. Enseñé en un secundario el
año pasado y los pibes de 15 se ríen de la tv y el
cine, ya saben lo que van a ver, lo que va a pasar. Hay que tener
un pensamiento a lo que viene, yo voy a escribir para una persona
que está en transformación.

Juan Parodi:

Fue el productor general de "Maltratadas" y "La Voz
argentina".

Ocupó el cargo de director de
programación en el canal de aire América
2.

Partes: 1, 2, 3
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